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Diógenes no tiene quien le limpie

El baño de un piso de Barcelona donde se realiza una limpieza de shock. / GEORGINA ROIG

Toda sociedad cuenta con personas que viven en los márgenes, que se salieron del centro de la página de la convivencia y se aislaron mucho más durante la pandemia. Como Alejandro, un informático de El Prat de 46 años marcado por la muerte de su padre, que no salía de casa desde hace tres años, pesaba 250 kilos y acumulaba toneladas de basura. Los bomberos lo rescataron con una excavadora, porque él mismo llamó a Emergencias. Antes se había negado a recibir ayuda o dejar entrar a la policía en su casa pese a las quejas de los vecinos.