Cada vez hay más. Mujeres con un agujero en el vientre. Da miedo esa herida. Un hueco que no se llena, cada día más negro y con más hambre. Todo se lo traga. La fe y la esperanza. El pasado y el futuro. No hay luz, ni ganas de vivir. Porque cuando una madre lleva el mar en su útero, la sal lo seca todo.
Agua corriente
La mujer agujereada
Esta semana, la escritora Emma Riverola se pone en la piel de una madre que teme la partida de su hijo.
mujer triste
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