Eliu Katz y Daniel Dayan explicaron que con la retransmisión de la coronación de Isabel II por televisión en los años 50 del siglo pasado empezó lo que llamaron la era de la historia en directo. A las monarquías, la televisión no les ha sentado muy bien, porque el zoom de la cámaras les ha hecho perder una parte sustancial del aura que les daba autoridad a través de la suntuosidad de las ceremonias públicas y de la distancia con el pueblo llano. Este fin de semana viviremos la coronación de Carlos III, el hijo de Isabel II que llega al trono a la edad en que muchos de sus súbditos ya se han jubilado. Y lo hace lleno de heridas provocadas por la transparencia que ha sucedido al directo como matriz de la comunicación pública. Llega casado en segundas nupcias, con un hermano casi expulsado de la familia real y con una nuera a la que han vetado en la ceremonia. Cuando las monarquías se hacen tan humanas pierden una parte sustancial de su sentido.
NEWSLETTER Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Coronación en la era del móvil
Londres se prepara para la coronación del rey Carlos III /
Lo más visto
- La Generalitat dará 15.876 euros a los catalanes menores de 30 años que se den de alta como autónomos
- El pantano de Talarn llega al máximo de su capacidad y empieza a desembalsar agua
- Junqueras dejará la presidencia de ERC para intentar atajar la crisis interna
- Bote de'Pasapalabra': Una F convierte al ‘concursólogo’ Óscar Díaz en ganador de los 1.816.000 euros
- Omella confirma el derribo de la parroquia de l'Esperit Sant de Barcelona y suspende a su párroco