NEWSLETTER Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

The Boss (Springsteen) y la ciudad global (Barcelona)

Bruce Springsteen sale a cenar en Barcelona con Barack Obama y Steven Spielberg / ZOWY VOETEN

El fanatismo hacia Bruce Springsteen está desatado estos días en Barcelona, una ciudad con la que el cantante mantiene un vínculo especial a pesar del antiamericanismo imperante entre la progresía, y una parte de la burguesía, local. Ocurre igual con Woody Allen. Y, tras los dos conciertos de este fin de semana, todo apunta que un vínculo similar se va a establecer con Barack y Michele Obama, que han decidido rendirse a The Boss en la ciudad condal junto a Spielberg. Este va a ser un fin de semana marcado por estos conciertos en Barcelona, una ciudad que sigue siendo atractiva para millones de personas, cosa que cada día, inexplicablemente, disgusta a más barceloneses que secundan la turismofobia oficialista. Algún día, alguien deberá explicar qué alternativa presenta al turismo capaz de aportar un PIB similar sin recurrir al gasto público que ahora se dedica, sin despeinarse el gobierno municipal, a comprar edificios a los fondos que ellos llaman buitres mientras los alimenta con carroña pagada por todos los ciudadanos. Algún día alguien deberá explicarles a los fans de Springsteen que es uno de los responsables de que Barcelona sea global, cosa que trae a Obama a visitarla y a otros millones de personas que no les gustan.