Me lo ha contado un testigo presencial. Hace unos días, en un entierro al que asistió Oriol Junqueras, una señora se le acercó compungida. La sorpresa -no sé si también de Junqueras, de mi testigo les aseguro que sí- fue que la buena mujer no se dirigía al líder republicano para expresar la excelente persona que era el difunto y lo mucho que le quería, que es lo que suele hacerse en estas situaciones. No, la tristeza que afligía a la señora era de índole mucho más elevada que una mísera vida humana.
Una pregunta inesperada Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Sepelio sin croqueta ni republiqueta
Ya que los antiguos líderes del 'procés' apenas aparecen en público, no sea que alguien les echara en cara el gran engaño, habrá que ir a interrogarlos allá donde acudan, aunque sea en entierros, bautizos, bodas y comuniones
El presidente de ERC, Oriol Junqueras, en un acto de precampaña para las municipales /
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