A un mes del 28M Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

28M | La batalla de Barcelona

La jornada electoral en la Ciudad Condal puede condicionar cómo lleguen los partidos a las generales y determinar cual será su papel en el sistema

Imagen del debate llevado a cabo el pasado 24 de abril con los candidatos a la alcaldía de Barcelona. / Ricard Cugat

A un mes exacto de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, la oferta política ya está definida y conocemos los cabezas de lista, la composición de las candidaturas y las alianzas preelectorales. A nivel autonómico, los partidos, en casi todos los casos, concurren bajo sus siglas, mientras que en la galaxia local la oferta, como suele ser habitual, está más diversificada y existe una enorme variedad de fórmulas preelectorales. La capacidad de los partidos para presentar candidaturas a nivel municipal es un indicador de su penetración territorial, y por ello suelen hacer muchos esfuerzos para estar presentes en el mayor número de municipios, razón por la cual abundan los casos de paracaidismo, es decir, de candidatos que ni residen ni tienen ninguna conexión previa con los municipios en los que se presentan. Pero también es un indicador de la fortaleza del partido, de su potencial para generar incentivos y de sus expectativas futuras. En Catalunya, por ejemplo, por primera vez ERC, coincidiendo con su posición como partido de gobierno en solitario, es la formación que presenta más candidaturas, mientras que el conglomerado post-CiU, hasta hace poco hegemónico, pierde la primera plaza por su división interna y por su salida del gobierno catalán. En el conjunto estatal, Ciudadanos, partido en franco retroceso, ha experimentado numerosas fugas, como Podemos en menor medida, y no ha sido capaz de mantener su presencia municipal.