Agua corriente

El cuento de la maestra

Esta semana, la escritora Emma Riverola fabula otra mirada sobre el dibujo de la niña rusa contra la invasión de Ucrania

El dibujo de Masha contra la invasión de Ucrania.

Érase una vez una maestra de dibujo. Su trabajo no estaba muy bien pagado, pero a ella le gustaba. Sentía que había algo trascendental en su labor. Cada trazo de la ilustración de un niño podía contener miles de historias. Estaba lo básico, claro: el control de la motricidad. Había alumnos que cogían el lápiz como si fueran a asesinar al papel, eran los que siempre se salían de los límites, los que convertían los rotuladores en escobas o rompían la punta de los lapiceros. Se cansaban pronto, de tanto apretar. Después, estaban los otros. Los opuestos. Los que poblaban el papel de mil detalles, pequeños y precisos. Contemplar estos dibujos era asomarse a la vida del crío. Fascinante.