Arenas movedizas Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

De príncipes y principitos

En el 80º aniversario de la famosa obra de Saint-Exupéry y el medio milenio del tratado de Maquiavelo, la política se sigue decantando por la interpretación del segundo y no por las enseñanzas del primero

Una ilustración de ’El Principito’, de Saint-Exúpery. / ARCHIVO

Entre estas dos sentencias hay un océano de 400 años. La primera: «Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos»; y la segunda: «Aquel que conquiste un pueblo […] y quiera conservarlo debe cuidar de dos cosas: de que se extinga la raza de su antiguo príncipe y de no alterar sus leyes ni sus impuestos, y de este modo, el nuevo Estado formará con el Principado antiguo […] un solo cuerpo».