Transición económica Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Inflación, empleo y estabilidad financiera: el trilema que vivimos

Habrá que ajustar la oferta a los nuevos tiempos del fin de la abundancia, con menos materiales, energía y mano de obra

contenedores puerto Barcelona / Álvaro Monge

El jueves asistí a la presentación del libro 'De la fusta a la fusta', de Àngel Surroca. Es la historia de la empresa Derivados Forestales que nació en Sant Celoni y se convirtió en una multinacional catalana de la química. Mientras escuchaba a los ponentes, pensé en la dificultad de hacer las transiciones. La de Derivados fue fatal, no por mala salud de la empresa, sino por otras razones personales difíciles de explicar. Recordé la transición que vivo a nivel profesional, donde la mayor parte del grupo de personas que me ayudaron a construir la empresa que es ahora ya se ha jubilado, y comparto equipo con una generación de jóvenes, tarea difícil por la diferencia de maneras de hacer. También me vino a la cabeza la transición climática, llena de incertidumbres y con una falta de decisión firme. Finalmente pensé en la transición económica desde un modelo que empezó en 1980 y ha durado hasta la fecha.