Análisis

Los autócratas salen caros a la OTAN

El primer ministro de Hungría, Víktor Orban, durante una rueda de prensa. / MARTON MONUS / REUTERS

El veto de Turquía y Hungría al ingreso de Suecia en la OTAN muestra que la pasividad y tolerancia de la alianza con sus miembros autocráticos sale caro. Con la seguridad de Europa amenazadas por la guerra en Ucrania, iniciada hace más de 13 meses por la invasión rusa, el comportamiento de los gobiernos turco y húngaro debilita la cohesión y la capacidad de acción de la OTAN. Desde hace más de una década, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, han convertido sus países en regímenes autoritarios con elecciones, sin que la OTAN haya adoptado ninguna medida para frenar y revertir esa deriva autoritaria. Turquía y Hungría no han sido invitados a la segunda Cumbre para la Democracia, organizada por el presidente norteamericano, Joe Biden.

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