Referente político Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

República y federalismo

El fracaso de la experiencia federal, y la responsabilidad que se le atribuye en el fiasco republicano, marcó negativamente en la cultura política española la percepción de lo que es en realidad una fórmula para gestionar la pluralidad sin poner patas arriba el principio de unidad

Caricatura sobre los problemas de la Primera República

Se suceden los aniversarios y este año toca nada menos que el 150º de la Primera República española, que se enmarca en el periodo del Sexenio Democrático, etapa fascinante tanto por la enorme cantidad de acontecimientos que se sucedieron entre 1868 y 1874 como por la profundidad de los debates a los que dio lugar. Si hubiera tenido un final feliz, la historia de España habría sido diferente. Pero la monarquía parlamentaria de Amadeo I, claro precedente de la actual, fracasó por el exceso de facciones políticas, particularmente por la división de los progresistas tras el asesinato del general Joan Prim. Y en cuanto a la República, su naufragio fue la consecuencia de las contradicciones y divisiones en el seno del republicanismo, sobre todo en relación con el modelo de organización federal. Afianzar la república era difícil, porque se proclamó más por exclusión, a fin de cubrir el vacío de poder tras la abdicación del rey, que por la existencia de una mayoría social republicana. El fracaso de la experiencia federal, y la responsabilidad que se le atribuye en el fiasco republicano, marcó negativamente en la cultura política española del siglo XX la percepción de lo que es en realidad el federalismo: una fórmula para gestionar la pluralidad sin poner patas arriba el principio de unidad.

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