El candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Daniel Sirera, ha tenido una semana bastante más ocupada que la de su jefe, Alberto Núñez Feijoó. A Sirera lo hemos visto por el barrio de Gràcia, reunido en Foment o paseando con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, por la Sagrada Familia. O sea, cumpliendo a rajatabla su hoja de ruta electoral. Sirera es un tipo discreto y prudente. Muy alejado de ciertos personajes de su partido y con nada que ver con los extremistas de VOX. A veces usa voluntariamente calcetines desparejados, pero eso no es síntoma de no estar centrado. Una prueba de ello es su presencia en la conferencia que el escritor Eduardo Mendoza ofreció este martes en el Cercle d'Economia. Fue una masterclass sobre Barcelona. Mendoza es una persona inteligente, leída, con un notable sentido del humor y al que no se le escapa nada que no quiera decir. O sea, que por muchas preguntas de los asistentes nadie logró que culpara directamente al ‘procés’ o a Colau del estado de Barcelona.