Artículo de Jorge Dezcallar Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Riad y Teherán con Tel Aviv al fondo

Irán se acerca a China y a Rusia, mientras pierde muchas de las pocas simpatías que le quedaban en Occidente que, poco a poco, ve con más comprensión la agresiva política de Israel

Ilustración de Leonard Beard

Estos días se ha sabido que Irán y su archienemigo árabe, Arabia Saudí, han decidido restablecer las relaciones diplomáticas que rompieron hace ocho años cuando los saudís ejecutaron a un alto clérigo chií y la indignación en la República Islámica hizo que las turbas asaltaran la embajada del reino en Teherán. Culminaba así el enfrentamiento que ambos países, líderes de los sunís y de los chiís, mantienen por la primacía del mundo musulmán y esa ruptura fue acogida con satisfacción por EEUU e Israel, enemigos acérrimos de Irán.