Arenas movedizas Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Parálisis generacional

La película triunfadora de los Oscar ha vuelto a sacar a la superficie esa brecha sociológica entre los que abrazan con entusiasmo la novedad y quienes defienden la excelencia artística como un elemento del pasado

Daniel Scheinert y Daniel Kwan (d). EFE/EPA/ETIENNE LAURENT

Todos conocemos algún amigo, vecino o compañero de trabajo cuyas opiniones sobre música, literatura o cine son más que respetables. Emiten juicios de valor y exhiben conocimientos solventes sobre cualquiera de esas disciplinas del arte, a menudo si la conversación transcurre alrededor de discos, libros o películas de hace 20, 30 o 40 años. «Ya no se hace música como la de antes» constituye la sentencia definitiva para consolidar la discusión sobre si un artista es mejor o peor que aquel otro del que le separan cuatro décadas de evolución musical. De Woodstock al Primavera Sound; de los 'beatnicks' a Lillian Fishman; de Spielberg a Daniel Kwan y Daniel Scheinert. Apenas medio siglo entre unos y otros. Un estornudo para la historia del arte, un universo para la sociología