El desliz | Artículo de Pilar Garcés Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

8M: Historias de dos trabajadoras

Si la conciliación es una quimera para cualquier mujer, para las inmigrantes, para las pobres y para las solas mucho más

El compañero de Agnes Lassalle, Stephane Voirin, baila cerca del ataúd durante la ceremonia fúnebre de la profesora de francés Agnes Lassalle en Biarritz, Francia / GAIZKA IROZ/AFP

El feminismo es hoy un campo de batalla. Nos tendremos que poner a cubierto mientras nuestras generalas se afanan en bombardear el concepto ‘mujer’. Están tan ocupadas disparando fuego amigo que se olvidan del enemigo, ya veremos qué guerra van a ganar así. ¿Ha retrocedido el machismo entre el 8M del año pasado y este 8M? ¿Cuántos gramos se ha aligerado la carga de las mujeres trabajadoras en estos 365 días? ¿Nos ven los hombres como a sus iguales más hoy que ayer? ¿Hemos conseguido agrietar el techo de cristal o sangramos por los cabezazos? ¿Cuántas miradas amables hemos dedicado a nuestras congéneres en este tiempo? ¿Cuántas hemos recibido?