Artículo de Jorge Dezcallar Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Entre chinos y americanos anda el juego

Las dos potencias no solo no se ponen de acuerdo sino que últimamente se llevan cada día peor

El presidente de EEUU, Joe Biden, y el de China, Xi Jinping. / MANDEL NGAN; ANTHONY WALLACE (AFP)

Si EEUU y China se pusieran de acuerdo podrían poner fin a la guerra de Ucrania y colaborar eficazmente contra el calentamiento global y para la seguridad sanitaria mundial, entre muchas otras cosas. Pero por desgracia no solo no se ponen de acuerdo sino que últimamente se llevan cada día peor, a pesar de un ligero repunte cuando Xi y Biden se encontraron en la Cumbre del G-20 en Bali el pasado noviembre. Las excusas son políticas, comerciales, tecnológicas, militares y por derechos humanos, y los irritantes se han disparado durante los últimos meses. Primero fue el viaje a Taiwán de Nancy Pelosi, entonces 'speaker' de la Cámara de Representantes y número tres en el protocolo estadounidense. Un viaje que se hizo en contra de la opinión de la Casa Blanca porque allí hay división de poderes (¿imaginan algo parecido por parte de Meritxell Batet en contra de la opinión de Pedro Sánchez?) y que los chinos interpretaron como una provocación porque seguramente lo era. Y sobre ese mal ambiente ha caído luego el culebrón del globo chino que ha sobrevolado de Oeste a Este todo el territorio norteamericano y que desató la histeria hasta que fue derribado sobre el océano Atlántico, sin que se despejaran las dudas sobre su misión real aunque parece que se dedicaba a cuestiones meteorológicas y que carecía (?) de capacidad para transmitir a tierra la información que captaba. Los chinos dicen que perdieron su control. Todo un poco raro. Luego aparecieron otros globos sobre Alaska y Canadá, que también fueron derribados aunque no representaban peligro alguno, mientras Beijing protesta y dice que también los hay americanos que sobrevuelan China.