Caleidoscopio de Julio Llamazares Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Los zarazos de marzo

Lo más inteligente, parece, es seguir viviendo sin dramatizar en demasía porque llueva o caiga granizo

PALAS DE REI (LUGO), 18/01/2023.- Vista de una carretera cubierta por la nieve este miércoles en Palas de Rei, Lugo. Más de un centenar de carreteras de la red principal se han visto afectadas este miércoles por el temporal de nieve, viento y lluvia, sobre todo en la mitad norte peninsular, donde en 15 vías (195 km) hay nivel rojo, se prohíbe el paso a camiones y es obligatorio el uso de cadenas. EFE/ Eliseo Tigo

Así llaman, o llamaban (las palabras desaparecen con las personas), en mi tierra leonesa los más viejos a esas rachas de viento y de aguanieve que, alternadas con momentos de calma meteorológica, incluso de buen tiempo, caracterizan el mes de marzo, estos días en los que el invierno deja su sitio a la primavera. Un tiempo de turbulencias y no solo en la climatología, puesto que su inestabilidad se traslada a las personas mismas.A la aliteración (tres zetas juntas en dos palabras: zarazos, marzo) se suma su sugestión onomatopéyica (parece que la expresión nos azota como esas rachas de viento a las que nombra), por lo que la construcción lingüística alcanza un significado que va más allá de su belleza, convirtiéndose casi en filosofía. Difícil condensar en menos palabras toda una concepción de la vida, esa idea de que esta es una navegación sujeta a todo tipo de turbulencias que al final, normalmente, se superan. Porque, aunque las confundamos a veces con inclemencias definitivas, la mayoría de las veces se quedan en eso: en ráfagas de viento y aguanieve que de la misma forma que llegan se van.Lo mejor para entenderlo es volver la vista atrás y recordar momentos de nuestras vidas en los que, cuando los vivimos, pensamos que naufragaríamos y no saldríamos de ellos y que ahora, sin embargo, nos parecen anecdóticos, del mismo modo que nos ocurre con los sucesos históricos y políticos. Un vistazo a lo que contaban los periódicos en el mes de marzo anterior (o al de cualquier mes de marzo que queramos elegir) nos servirá para comprender que incluso sucesos que entonces nos parecían insuperables, como el de la invasión de Ucrania por Rusia o la propagación de la pandemia de covid de 2020, no han dejado de ser turbulencias dramáticas que acabarán siendo historia como todas, lo cual debería servirnos para relativizar nuestro miedo a todo lo que sucede. Nunca llovió que no escampara dice el refrán y pocos puede haber más acertados, como este mes de marzo nos demostrará de nuevo tal como viene haciendo desde que el mundo es mundo.