En clave europea

Holanda, el paraíso fiscal más agresivo de la Unión Europea

Países Bajos priva cada año a sus socios europeos de una recaudación de más de 10.000 millones de euros, pérdidas que llevan a imponer recortes a esos países para reducir su deuda

El primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte / PIROSCHKA VAN DE WOUW (REUTERS

La decisión Ferrovial de trasladar su sede a Países Bajos para que la compañía y sus principales accionistas puedan eludir el pago de impuestos en España vuelve a poner sobre la mesa la pasividad de la Unión Europea (UE) con los miembros que se han convertido en lucrativos paraísos fiscales (también Luxemburgo e Irlanda) a base de sustraer al resto de estados europeos la recaudación que les corresponde. Para los países perjudicados, esto merma su capacidad presupuestaria para financiar la política social (sanidad, educación, vivienda, cohesión) y las inversiones (infraestructuras, investigación, desarrollo tecnológico). Esta sustracción tributaria también expone a los países perjudicados a que la UE les imponga recortes y ajustes para reducir el déficit y la deuda, como promovieron con ahínco durante la pasada década La Haya y la Comisión Europea y como puede volver a ocurrir a partir de 2024 al concluir la actual suspensión de las reglas del pacto de estabilidad.