El nuevo 'Barçagate' de los árbitros ha servido en realidad para radiografiar el estado actual del club, y el diagnóstico es cada día más inquietante. La primera lección que enseña el caso de Enríquez Negreira es que se confirma que el Barça vive desgarrado, sin filtros, con las tripas abiertas en cada crisis, con sus miserias ventilándose al aire libremente. En contraste, su rival de siempre, el Madrid, vive bunquerizado, como una institución aparentemente impoluta, de la que en realidad no sale nada simplemente porque su control de los medios y de la información es mucho mayor. No seamos ingenuos: no es que el Madrid esté más limpio, sino simplemente que el Barça está infinitamente más fiscalizado. Las crisis del Madrid se tapan, las del Barça, como hemos visto estos días, se transforman en espectáculo mediático.
Artículo de Ernest Folch Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
El Barça, una crisis moral
El ‘caso Negreira’ ha evidenciado que el Barça tiene un serio problema de gobernanza transversal a todos los ismos y que su crisis económica es en realidad una consecuencia de su crisis institucional
José María Enríquez Negreira, en una imagen de archivo. /
Lo más visto
- La FGE sustituye a la fiscal de Madrid por el fiscal superior de Extremadura en la querella de la pareja de Ayuso contra dos fiscales en su caso de fraude
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Muere Carola Miró, la esposa del expresidente de la Generalitat Quim Torra
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana