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Una década prodigiosa hasta 2035

Un coche eléctrico en un punto de recarga. / JAVIER CEBOLLADA / EFE

El Parlamento Europeo ha mantenido el pulso y ha aprobado de manera definitiva que en el año 2035 se dejarán de vender vehículos alimentados con combustibles fósiles. Los conservadores y la ultraderecha votaron en contra a pesar de que el vicepresidente de la Comisión, el popular Frans Timmermans, mostró su entusiasmo por la medida. Esta es una de esas noticias que provoca más consecuencias que comentarios. Mal asunto en la era de las redes sociales. Pero la prensa responsable no podemos dejar de destacar la importancia histórica del hecho. La invasión de Ucrania y su impacto en los costes energéticos no ha alterado los planes europeos. Tenemos por delante 12 años apasionantes, similares a los que se vivieron tras la popularización de la máquina de vapor o del motor de combustión. Esta medida significa en la práctica una total renovación de la flota automovilística de los 27 países de la UE con el reto de que la fabricación de los nuevos coches eléctricos y de sus componentes no supere en emisiones a las que se evitarán con el uso de la electricidad como energía de propulsión.