La espiral de la libreta | Artículo de Olga Merino Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

El adiós de Sturgeon por «sentido del deber»

Aquí no dimite nadie. O lo hace quien debería quedarse

La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon. / ANDY BUCHANAN / AFP

Hay días en que uno amanece con el talante del griego Parménides, con más ganas de contemplar que de hacer. Hay días en que uno se quedaría en la cama leyendo la última novela de Ignacio Martínez de Pisón, ‘Castillos de fuego’ (Seix Barral). Determinados días, uno renunciaría a casi todo por tomarse un café con un amigo en el Hotel Alma o por patearse el parque de la Ciutadella para bajar el colesterol y subir la bilirrubina del ánimo. Ah, la imprescindibilidad de paseos, cafés y amigos. Son algunas de las razones que ha esgrimido Nicola Sturgeon al presentar la dimisión como primera ministra de Escocia tras ocho años en el cargo. «Soy un ser humano», dice.