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Botín, Ortega y otras hijas de papá

La meritocracia son los padres, dicen los que injustamente cuestionan a las herederas de los grandes imperios. Ellas se merecen una oportunidad

Delphine Dior, junto a su padre Bernard y su hermano Antoine. / INSTAGRAM

La meritocracia son los padres, sobre todo si quien progresa en la empresa familiar es una mujer. Da igual qué talento, formación y experiencia tenga para ocupar un puesto de alta responsabilidad. Si está donde está, es por ser una enchufada hija de papá. Esta falacia es reproducida por determinados opinadores, políticos, analistas, inversores y hasta voces del feminismo cada vez que una heredera sustituye a su padre o a un gestor al frente de una compañía.