Acogí la noticia con cierto escepticismo. La publicó el semanario 'La Directa': cinco mujeres se han querellado contra un policía, el agente se infiltró durante tres años en movimientos sociales de Barcelona, estableciendo relaciones sexuales y afectivas con hasta ocho mujeres. Sí, sentí cierto recelo al principio: con este giro de guion, adiós a 007. Pero el tema no tiene ni pizca de gracia. Porque las mujeres no eran terroristas ni formaban parte de una organización criminal, no había vidas en juego, tampoco la integridad del Estado. Nada, solo un policía buscando información en organizaciones sindicales y grupos libertarios. Algunas de las relaciones que estableció el agente llegaron a durar un año, él no se abstuvo de utilizar expresiones de afecto.
Error del sistema | Por Emma Riverola Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
El infiltrado, las mujeres y la medalla
Hablamos de una práctica sistemática de engaño, de trato degradante y de intrusión en la vida íntima
El policía mallorquín infiltrado con una activista durante un viaje a Mallorca en verano de 2021.
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