Caleidoscopio de Julio Llamazares Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Demolición

Parece que fuera de nuestras ciudades lo que ya no se utiliza estorba y ha de arramblarse con ello sin contemplaciones arrasando de nuevo un paisaje que ya había asimilado esos elementos

Imagen de un central térmica de carbón. / Epi_rc_es

El cierre final de la minería supuso el abandono de todos esos elementos (castilletes, lavaderos, maquinaria, vías férreas…) que sirvieron para extraer y llevar el carbón a sus destinatarios y que hoy se oxidan, salvo excepciones, sin remisión o son pasto de la rapiña general. Paralelamente, las centrales térmicas en las que el carbón se quemaba para producir energía eléctrica son demolidas una tras otra, cumplida su misión, sin ningún respeto. A modo de ejemplo, solamente en la provincia de León, en la que hubo tres en funcionamiento, dos ya han sido dinamitadas (Anllares y La Robla) y la tercera, la de Compostilla, junto a Ponferrada, que era la mayor de todas, espera a serlo en cualquier momento ante la impotencia de muchas personas que consideramos que esos grandes edificios industriales forman ya parte del patrimonio paisajístico y cultural de una región que, como las de Aragón y Asturias, contribuyeron al desarrollo de este país con su minería, que arrasó sus mejores paisajes para crear otros nuevos. No se trata de reivindicar la conservación de todos y cada uno de los elementos que conformaron el patrimonio industrial y minero, que es abundantísimo, pero sí de esos más destacados por razones históricas o paisajísticas, como es el caso de la enorme central térmica berciana de Compostilla, en la que tuvo su nacimiento la empresa Endesa, una de las principales compañías energéticas de este país. Las altísimas chimeneas de la central han presidido durante décadas el paisaje de Ponferrada y de medio Bierzo y su falta la notarían sus habitantes tanto como si de las de una catedral se tratara. Como dicen los defensores de su conservación, con el criterio de demolición que se está siguiendo con las centrales térmicas y otros edificios industriales y mineros tras su cierre, en España no tendríamos acueductos ni catedrales ni castillos.