Apunte

Guerra de subvenciones

El fiasco inicial del Perte del coche eléctrico es un serio aviso de lo que puede pasar en Europa si no adapta con rapidez el marco de ayudas de Estado

Fábrica de Ford en Almussafes (Valencia). / EFE / Kai Forsterling

El fracaso inicial del Perte del vehículo eléctrico y conectado (Perte VEC), con el que el Gobierno pretendía hacer llegar casi 3.000 millones procedentes de los fondos europeos a la industria del motor para su modernización, es un serio aviso que muestra la urgente necesidad que tiene la Unión Europea de revolucionar su esquema de ayudas de Estado si no se quiere quedar en la cuneta de la carrera mundial por la industria verde