Política y moda | Artículo de Patrycia Centeno Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

La pedicura de Yolanda Díaz

En cuestiones estéticas, la mayoría de la izquierda actual se ha tragado las leyes suntuarias que las élites políticas, religiosas y económicas acuerdan desde hace siglos para que el vulgo nunca tengan demasiadas oportunidades de parecerse, disfrutar o vivir como ellos

La vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, haciéndose la pedicura. / Twitter

Desde hace unos días circula en redes una foto de Yolanda Díaz haciéndose la pedicura en un centro de belleza. Medios y opinión pública de derechas la hicieron circular afeándole la práctica a la vicepresidenta. Según su visión, la higiene y el cuidado de los pies son incompatibles con la ideología comunista. Por una parte, esa manía conservadora de quedarse anclados en el pasado es lo que les lleva a seguir teniendo el ascetismo y zarrapastrismo de Stalin y Mao como único modelo estético permitido (y no la elegancia y buen gusto de Enrico Berlinger o Teresa Pàmies) para cualquiera que se atreva a definirse como rojo en el siglo XXI. Por esa misma regla de tres, podría una exigirle a la derecha que vistan calzas, sombrero de copa, zapato de hebilla (bueno, eso aún lo hacen) o luzcan elegantemente clásicos (eso ya no lo hacen, únicamente la ranciedad estilística los caracteriza ahora).