Cada uno de los últimos partidos el Barça empezaba como un trueno y acababa con menos luz que una cerilla. Ayer cabía cantar el himno al contemplar la esplendorosa primera parte, pero cabía también guardar la compostura. Tantas veces el equipo de Xavi pareció un bonito pastel recién salido del horno, que se rompía al primer golpe, a la primera sacudida, incapaz de dejar atrás la fase de proyecto a medio cocer, que resultaba una temeridad adelantar conclusiones. Pero en Arabia Saudí la masa aguantó la mar de bien toda la final. Xavi se erigió al fin en un Masterchef.
APUNTE
Un calmante y un estímulo para Xavi
Xavi con la Supercopa /
Lo más visto
- Los hipotecados podrían ahorrarse hasta 300 euros cada mes si cambian su préstamo variable por uno fijo o mixto
- Los embalses ya están más llenos que hace un año: las lluvias abren la puerta a levantar más restricciones
- La cuenta de los directivos del Barça que investiga Hacienda recibió un ingreso de 350.000 euros de una empresa que trabaja para el club
- ¿Quién es La Mosca, el narco liberado en Francia de un furgón blindado?
- 'La ruleta de la suerte': Esta es la relación que une al presentador Jorge Fernández y la azafata Laura Moure