¿Alguien podía imaginarse ayer mismo, que hoy, o mañana, Marta Rovira y Clara Ponsatí pudieran volver a España porque el magistrado instructor de su causa en el Tribunal Supremo hubiera tomado la decisión de dejar de imputarlas por sedición o incluso por rebelión? Pues justamente eso es lo que ha ocurrido y es lo que, por cierto, debió de haber sucedido desde un principio. Tanto ellas como el resto de políticos, juzgados ya o en el extranjero, nunca hubieran debido ser acusados ni de rebelión ni de sedición. Incluso es dudoso que hubieran debido soportar la acusación de malversación, pero todavía pesa sobre varios de ellos.
Artículo de Jordi Nieva-Fenoll Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Sedición: la ley penal más favorable
Los políticos independentistas nunca hubieran debido ser acusados ni de rebelión ni de sedición. Incluso es dudoso que hubieran debido soportar la acusación de malversación, pero todavía pesa sobre varios de ellos
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en una foto de archivo. /
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