Política & moda Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

El papa que no vestía de Prada

El fallecido Benedicto XVI rescató pierzas del ropero medieval del papado que habían sido arrumbadas tras el concilio Vaticano II y vistió unos llamativos mocasines rojos. Su sucesor quiso expresar también su propia identidad a través de una indumentaria minimalista (y unos zapatos negros gastados)

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Benedicto XVI era un erudito en teología y en vestimenta eclesiástica. Su gusto por el ornamento, la ostentación y la pompa provocaron críticas pero también alabanzas (en el mundo de la moda acabó siendo considerado un auténtico icono de estilo). La primera polémica referida a su vestuario vino por su característico zapato rojo (con el que, por cierto, no lo han enterrado). Desde los romanos que los papas habían llevado el zapato colorado en representación de la pasión, fe y sufrimiento de Jesús, pero Ratzinger acortó la sotana para que estos destacaran sobre un calcetín blanco (era alemán, demos gracias que no fuera con una sandalia). Empezó a circular el rumor (que aún sigue vivito y coleando aunque se desmienta una y otra vez) de que los zapatos pertenecían a la firma italiana de lujo Prada. Y aunque en 2007 fueron escogidos como «el accesorio del año» por la revista de tendencias masculina 'Esquire', tal elección no parecía combinar aparentemente con las enseñanzas religiosas. Además, la novela 'Devil wears Prada' se estrenó un año antes de que el germano asumiera el pontificado y la broma se daba fácil…