APUNTE

Xavi, en busca de la tecla

Xavi, en el entrenamiento que el Barça realizó a puertas abiertas en el Camp Nou. / Efe

La entrada de año es siempre una buena excusa para exigirse a sí mismo cumplir con aquello que se tiene pendiente. Ya se sabe, es cuando los que fuman se prometen que lo van a dejar y otros muchos propósitos que quedan abandonados en la cuneta en la cuesta de enero. Pero no por eso hay que parar de intentarlo. Y el Barça también tiene esos retos que arrastra desde hace ya demasiado tiempo.