Volví a la casa familiar y escuché después de bastantes años la frase «está en el taquillón». Se me puso la piel de gallina. No me gusta no exagerar, pero tal vez sea la frase más importante de mi infancia y juventud. Hacía tanto tiempo que no buscaba algo en casa de mis padres, sin encontrarlo, que no tenía que oír a mi madre decirme dónde estaba: en el taquillón. Siempre en el taquillón. ‘Taquillón’ era una palabra con escasísimo encanto, pero que, cuando sonaba, te hacía recobrar las esperanzas perdidas. El taquillón venía una y otra vez a tu rescate, cuando estabas desesperado. No sé qué es lo que nos rescata ahora, porque no hay taquillones en las casas de mi generación.
Parece una tontería | Artículo de Juan Tallón Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
«Está en el taquillón»
Cómo la vida contemporánea ha seguido su curso sin taquillones me deja fascinado. ¿Dónde están ahora las cosas?
Un taquillón.
Temas
Lo más visto
- Manolo García: “De estas elecciones me ha gustado que, de cada dos catalanes, uno no ha ido a votar”
- Tres turistas catalanes mueren en un tiroteo en Afganistán
- Marc Janeras: "Los gestores de Rodalies han conseguido vaciar el tren; están desmantelando el uso de la R3"
- Los bancos tendrán que ofrecer a sus clientes morosos renegociar la deuda antes de llevarles al juzgado
- Entrevista con Fabio Capello, 30 años después del 4-0 del Milan al 'Dream Team' de Cruyff: "No hubo final"