Felipe VI fue certero en la descripción de las tres amenazas que se ciernen sobre España: “la división de la sociedad”, “el deterioro de la convivencia” y “la erosión de las instituciones”. Después de su alocución el 3 de octubre de 2017, tras la votación secesionista en Catalunya, este fue su mejor discurso, pese a que no pudo entrar en el reparto de las responsabilidades. Aun así, es evidente que vivimos en una democracia de partidos y ellos son, principalmente, los responsables del deterioro de nuestras instituciones. El problema es que hemos pasado de una fórmula bipartidista a una división en bloques que escinde de forma irreconciliable las derechas y las izquierdas, en alianza estas últimas con las fuerzas soberanistas y separatistas. Bajo el bipartidismo, socialistas y populares pactaban, y aunque estos últimos lo hacían a menudo a regañadientes, pues tanto José M. Aznar como Mariano Rajoy también pusieron palos en las ruedas de la renovación los órganos constitucionales, nunca habíamos asistido a un bloqueo tan largo como el actual.
Artículo de Joaquim Coll Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Darse por aludidos
El PP debería contribuir ya a recuperar la normalidad institucional. También en la Moncloa tienen que rectificar esa tendencia a estigmatizar el poder judicial, como si formara parte del bloque de la derecha
Rey Felipe VI
Lo más visto
- El de la Policía Nacional para los robos en las viviendas: "Si los ves, no toques nada"
- Comprobar si mi número de La Grossa de Sant Jordi 2024 tiene premio
- Lleida registra el día más lluvioso en más de dos años
- Un juzgado de Barcelona concede una incapacidad absoluta a una vendedora con fibromialgia y agorafobia
- Alerta de la Policía Nacional sobre una estafa que puede afecta a miles de personas