El desliz | Artículo de Pilar Garcés Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Ione Belarra se cree imprescindible

La ministra de Derechos no disfruta de las 16 semanas de baja maternal a que tiene derecho y se saca una foto con su lactante en la mesa del despacho «para dejar un mundo mejor». Por mí que no se moleste

Ione Belarra, durante la rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros. / David Castro

Que levanten la mano aquellas de nosotras que desearían trabajar en una empresa que te facilita que curres con tu bebé de dos meses encima de la mesa de la oficina y llama a eso conciliación. Vamos amigas, ¿ni siquiera si dicha empresa es el Gobierno más feminista de la historia de España? La ministra de Derechos Sociales. Ione Belarra. publicó la semana pasada una foto en la que aparecía ultimando los detalles de la rueda de prensa en la que iba a dar cuenta de la nueva ley de familias con su niño al lado, tumbado boca arriba. Como no soy pediatra ni la defensora del Menor, no entraré a valorar las virtudes que aporta a la crianza esa circunstancia. Como soy madre trabajadora, e incluso teletrabajadora, no le arrendaría la ganancia a la capacidad de concentración de la líder de Podemos, aunque seguro que si el pequeñín se pone a berrear sale de una puerta lateral alguna subsecretaria dispuesta a echar un cable. Tenemos otra imagen que añadir al álbum del postureo a que nos tienen acostumbradas las inquilinas del ministerio de Igualdad y aledaños. Pero si preferimos el texto, el pie de foto rezaba: «Para dejar un mundo mejor a las que vienen. Para eso hacemos lo que hacemos». El mundo mejor de Belarra con su lactante en La Moncloa se parece bastante al mundo peor de las mujeres africanas que vi recogiendo leña o sembrando con el suyo atado a la espalda, pero qué sé yo. El equivalente al mundo mejor de la satisfecha ministra sería uno en el que las conductoras de autobús podrían llevar un portabebés mientras van al volante, las policías agregar un sidecar a la moto con el churumbel dentro y las cirujanas poner una trona en un rincón del quirófano. Yo prefiero el mundo difícil que ya tenemos, en el que las mujeres disfrutamos de 16 miserables semanas de baja por maternidad porque los hijos nos necesitan, y si es un parto múltiple 18, y los hombres lo mismo aunque jamás lo hayan reclamado. Una situación que no ha mejorado absolutamente nada para las madres en la legislatura más feminista de la historia. Ni un día más para la auténtica conciliación, señoras.