La inteligencia artificial aporta cambios increíbles a nuestra sociedad. En la educación, la medicina, las empresas, los bancos... Los rápidos avances de la inteligencia artificial están transformando nuestras vidas. Actualmente encontramos robots quirúrgicos basados en IA, sistemas recomendadores de productos de todo tipo –que, incluso, nos ayudan a buscar los mejores regalos basándose en el perfil de nuestros amigos–, sistemas financieros que permiten realizar predicciones muy cuidadosas; incluso, sistemas inteligentes que nos pueden escribir textos basándose en nuestros intereses. Vivimos rodeados de sistemas inteligentes a los que podemos pedirles, hablando, que abran las puertas de casa o mantengan la temperatura adecuada. Inteligencia artificial que conecta nuestros teléfonos inteligentes con la alarma o puerta de nuestro domicilio, que nos hace la lista de la compra, que nos avisa cuando el coche está cargado y que nos ayuda a buscar el camino que hemos seguir para movernos por una ciudad desconocida. Más allá de esto, se intuye que la inteligencia artificial puede traer avances todavía inimaginables. Tenemos buenas teorías, y las mejoras en los procesadores y la ampliación de la capacidad de almacenamiento de datos hará que la IA nos aporte soluciones en situaciones que casi nadie espera.
Artículo de Núria Agell Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Hacia una IA centrada en las personas
Debemos ir hacia una inteligencia artificial que mejore nuestras capacidades y nos sitúe en el centro de la evolución tecnológica
Tefi, el perro robot para personas con dependencia.
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