Artículo de Gerardo Pérez Sánchez Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

El Tribunal Constitucional como campo de batalla política

No tengo dudas respecto de la irregularidad en la tramitación de estas leyes, por la doctrina constitucional que impide usar el procedimiento legislativo que regula una materia para, vía enmienda, regular otra diferente sin conexión alguna con el asunto tramitado

 El pleno del Constitucional decide este lunes si paraliza la reforma legislativa exprés del Gobierno a resultas de un recurso del PP, en la imagen varias personas se manifiestan a las puertas del TC en contra del Gobierno. / David Castro

En los últimos días, el Tribunal Constitucional ha protagonizado numerosas crónicas periodísticas y se ha situado en el centro de la confrontación política, en la enésima muestra de cómo la crispación entre nuestros representantes públicos, así como las cada vez más cruentas estrategias partidistas, erosionan la confianza de la sociedad en nuestras instituciones y en nuestro modelo de convivencia. Los altos responsables llevan jugando con fuego demasiado tiempo, así que no sería de extrañar que, finalmente, todo arda. El origen inmediato de esta nueva polémica se halla en la tramitación de una ley y en la presentación de un recurso de amparo por varios diputados, solicitando como medida cautelar la suspensión de una votación prevista en el Congreso de los Diputados. Solicitud y medida inédita en las Cortes Generales que ha dado paso a otra escalada de descalificaciones, insultos y declaraciones descabelladas por parte de unos y otros, trasladando a la ciudadanía medias verdades, cuando no directamente mentiras. Por lo tanto, procede puntualizar varias cuestiones: