APUNTE

La última batalla

Soccer Football - FIFA World Cup Qatar 2022 - Semi Final - Argentina v Croatia - Lusail Stadium, Lusail, Qatar - December 13, 2022 Argentina’s Julian Alvarez celebrates scoring their second goal with Lionel Messi and Nahuel Molina REUTERS/Carl Recine / REUTERS/Carl Recine

Nadie mínimamente sensato puede decir que ha perdido un Mundial. Los partidos sí se pierden o se ganan, y cuando pierdes te eliminan, pero aceptar que has perdido un Mundial -así, a lo grande- implica que antes estabas seguro de ganar. Es como jugar en el Gordo de Navidad y, cuando no te ha tocado, decir que has perdido en la lotería. Nadie lo hace. ¿Nadie? Bueno, la Argentina de Messi sí. Salvo en su primer Mundial, cuando era tan joven, cada vez que Messi ha jugado una Copa del Mundo todo un país le obligaba a ganarla. No olvidemos que en el 2010 en Sudáfrica Messi ya era a sus 23 años el mejor jugador del momento, y además con Maradona como seleccionador. Esa sensación fabulosa de tener toda Argentina que te adora y te halaga, pero a la vez te juzga hasta el más mínimo detalle, debió de provocarle una tensión inhumana, y al final siempre pesaba demasiado.