Artículo de Ana Bernal-Triviño Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Sortear a una mujer

Cuando una mujer es degradada, todas lo somos

El cuartel del Bruc, en Barcelona. / El Periódico

El chat donde militares del Bruc de Barcelona sorteaban a una prostituta se supo por la denuncia de los mismos compañeros. Leo y pienso en la cantidad de chats donde esos comentarios quedan entre complicidades machistas. Eché un vistazo a los comentarios de la noticia y, como siempre, me sorprendieron. Sí, es grave que fueran militares. Pero lo muy grave es el hecho: sortear una prostituta. ¿Qué esperábamos? España es el primer país en consumo de prostitución en Europa. Si ese chat fuera de arquitectos, médicos, fontaneros o parados sería igual de repugnante. Como también lo es cuando hemos visto discotecas que dejaban entrar gratis a las mujeres, para exhibirlas como reclamo. Y eso ocurre porque esa criticada cultura de la violación nos convierte en trozos, en objetos, en vendibles, en intercambiables. Y es machismo porque entre ellos no se sortean ni se humillan. Lo sorprendente también era leer a quienes quieren regular la prostitución ofendidos con el sorteo. Pero, ¿qué esperan, si la prostitución es justo eso? Humillación y negocio.