Artíuclo de Astrid Barrio Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

'Bienversación'

Resulta sorprendente que haya quien plantee circunscribir la malversación o rebajar las penas asociadas a la misma cuando no se produzca enriquecimiento personal o cuando esta responda a motivaciones de naturaleza política

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

En el marco de la agenda de la desjudicialización auspiciada por el Gobierno de la que emanan tanto los indultos a como la reforma de código penal para abolir el delito de sedición se puede acabar produciendo una reforma del delito de malversación con efectos muy perversos. Tanto los indultos como la reforma de la sedición, más allá esta última del argumento legitimador y un punto torticero de la homologación europea, persiguen minimizar o eliminar las consecuencias penales del 'procés' asumiendo que con ello se contribuye a restablecer la normalidad política en Catalunya después de los singulares hechos acaecidos en el otoño de 2017. Singulares, efectivamente, porque no se ajustaban a los tipos penales establecidos, y que de repetirse lo seguirían siendo, porque dicha singularidad no está incorporada a una propuesta de reforma más pensada para resolver un problema actual que para atender a situaciones futuras.