APUNTE

Lo que nació en ‘twitch’ muere en ‘twitter’

El seleccionador español, Luis Enrique Martínez y el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, a la llegada de la selección española de fútbol al aeropuerto de Barajas, tras ser eliminada por Marruecos en los octavos de final del Campeonato del Mundo Qatar 2022. / EFE/ Kiko Huesca

Ahora, miren, me sale del alma defender a Luis Enrique, ahora que tooooodos los que defendían que con este seleccionador íbamos a ganar (casi) de calle el Mundial, que había creado un grupo (casi) sagrado, por supuesto una familia, por descontado una plantilla donde estaba más castigado hablar mal, rebelarse, que errar en el campo, donde todos eran soldados, donde desde el psicólogo que nos presentaron en el ‘twitch’ y que, al parecer, por lo visto el día de Marruecos, no supo resolver, ni bien ni mal, no lo resolvió, el bloqueo que sufrieron jugadores y, muy especialmente, el seleccionador la noche de Japón, donde todos sabían lo que tenían que hacer en cada minuto del partido, donde se lo pasaban en grande, donde jugaban maravillosamente al ping-pong y a la ‘pocha’, digo, ahora que todos han abierto los ojos y se han dado cuenta, el primero Luis Rubiales, el presidente, el segundo, José Francisco Molina, el director deportivo de la Federación, que ya ha dimitido, que todo estaba diseñado para y por el ‘twitch’ y la conquista del ciberespacio o como se llame eso, ahora es cuando me dan ganas de decir que Luis Enrique es un tipo encantador y que debería de seguir como seleccionador.