El desliz | Artículo de Pilar Garcés Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

No ser divertido es perfectamente legal

La misma ley que ampara la desconexión laboral, los excesos horarios o cualquier otro riesgo para las personas, protege a los rancios de quienes entienden que cualquier momento es bueno para hacer un sabroso paréntesis

Cena de Nochebuena

Hay dos tipos de personas que no van a ir a la cena de empresa que se ha convocado este año, multitudinaria porque al fin estamos libres de covid y el negro otoño de nuestra economía no ha sido para tanto. Los que no pueden, y los que no quieren. Los primeros merecen la conmiseración del resto, sufran penurias económicas, de salud o de conciliación, y a lo mejor se llevan un comentario cariñoso en algún brindis de la velada. Los segundos son catalogados como aburridos, tristes, antipáticos, estúpidos y/o malos compañeros, y con toda seguridad serán objeto de murmuración, befa o crítica. Tal vez se les mencione con las copas entrechocando, pero entre miradas displicentes y deseando que les venga lo peor en el año en ciernes. Para quienes se quedan en casa la noche marcada en rojo en todos los tablones de anuncios, viendo una serie en lugar de confraternizar con sus colegas, y reciben por ello la repulsa general, la justicia tiene una buena noticia. La justicia de Francia, cabe aclarar; la nuestra anda lacrimógena últimamente e incapaz de emitir una sentencia con algo de alegría. El Tribunal de Casación galo ha dado la razón a un empleado despedido por no querer participar en la agitada vida social que convocaba su empresa, una consultora. Considera su expulsión nula. La compañía había alegado que le echaba por «incompetencia profesional» al negarse a asumir «los valores de diversión corporativos», y defendía que el enfoque «divertido» de su gestión de los recursos humanos era imprescindible para la creación de equipos, la forja de estrechas relaciones laborales entre los trabajadores y, por ende, para que el negocio marchase viento en popa.

Temas

Empresas