Artículo de Astrid Barrio Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Polarización

El Parlamento es cada vez menos la institución encargada de legislar y de controlar al Gobierno y es más un teatro en el que escenificar unas posiciones encaminadas a reforzar los lazos con tus seguidores e incrementar el odio hacia tus oponentes

Irene Montero.

El incremento de la fragmentación partidista y la presencia de partidos políticos situados en los extremos del espectro ideológico, particularmente la de Podemos y Vox, han dado lugar a un notable incremento de la polarización política, es decir de la distancia ideológica entre los partidos del sistema, y ello, a su vez, ha alterado el sentido de la competencia política pasando de un modelo de competencia centrípeta a un modelo de competencia centrífuga, al que los viejos partidos establecidos aun no han sabido sustraerse. Cada vez hay más evidencias empíricas, además, de que la polarización afectiva, esto es la distancia emocional entre aquellos que comparten nuestras posiciones y los que no, se ha incrementado generando fuertes sentimientos de rechazo, por lo que la distancia ideológica no solo afecta a partidos y élites políticas sino que también impregna al conjunto de la sociedad.