Barraca y Tangana

Parecía buenísimo

La estampa plástica de ese remate de Richarlison en tijera nos garantiza décadas de oír hablar sobre el fútbol samba, el jogo bonito y los pies descalzos sobre la arena

Richarlison remata de manera acrobática el segundo gol de Brasil ante Serbia / Molly Darlington / Reuters

Hay gente que tiende a hablar más de la cuenta. Lo suele hacer con la mejor de las intenciones. El miércoles fui a un acto donde necesitábamos traductor simultáneo. Nos acercamos a la mesa para recoger el aparato con los auriculares y el hombre que los repartía nos remarcó que al acabar lo devolviéramos. Lo repitió tanto que nos extrañó, y alguien le hizo ver que por supuesto, que por qué no íbamos a devolverlos, y el tipo nos dijo que es habitual que la gente se olvide y se los lleve. Nos preguntamos entonces quién querría llevarse uno de esos aparatos y para qué y justo entonces cometió ese hombre el error: nos explicó que cada uno de ellos cuesta 300 euros. De repente mi postura hacia esos aparatos algo feos cambió. De repente los miraba con otros ojos. De repente en mis pupilas se dibujaba el símbolo del dólar, como en los dibujos animados que veía de pequeño. De repente tanto olvido tenía una explicación. De repente me entraron ganas de olvidarme de devolver el mío, también, por lo que fuera. Hay gente que tiende a hablar más de la cuenta.