Artículo de Rafael Vilasanjuan Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Invierno en Ucrania: sin calefacción y con muy pocos alimentos

Aunque el enfrentamiento sea más difícil, ninguno de los dos bandos va a abandonar sus objetivos

Residentes de la población ucraniana de Horenka quitan nieve junto a un edificio destruido, en el que se aprecia un grafiti de Banksy. / GLEB GARANICH / REUTERS

Caen las primeras nieves sobre Ucrania, llega el invierno. El primero desde que Rusia decidiera que este país era parte del legado que consideraba legítimamente suyo en el reparto del orden mundial e iniciara una guerra que aquí amenaza con dejarnos sin gas para calentarnos y al resto del mundo sin grano para alimentarse. Temíamos este momento y, sin embargo, a nueve meses del inicio del conflicto nadie podía imaginar que el ejército rojo llegaría tan bajo de forma. El invierno ha entrado en guerra en un momento en que las tropas rusas están a la defensiva y las ucranianas avanzan. Putin inició la invasión en febrero porque sabía de las dificultades logísticas de desplegarse en invierno y porque además estaba convencido de que tomar Kiev, con su arsenal aéreo, le llevaría poco más de un mes. Sus previsiones han fallado y ahora nos encontramos frente a un ejército ruso en retirada de alguna de las zonas conquistadas, con enormes problemas logísticos que la nieve solo puede agravar.