Lo oímos cada vez que una competición se traslada a un estado totalitario (viene a la cabeza el discurso de Luis Rubiales con la Supercopa española en Arabia Saudí): el fútbol ayudará a lograr gestos aperturistas, a avanzar en derechos civiles, al progreso hacia valores de igualdad... Y tal y tal. Existe un manido manual al respecto. Una versión de aquello que dijo Bill Clinton cuando cursó una invitación a visitar EEUU al líder de la China de finales de los 90 entre una lluvia de críticas:«Se puede conseguir más con una mano extendida que con un puño cerrado».
APUNTE
Mundial de Qatar: disfrutar sin blanquear
Los miembros del equipo argentino miran desde las ventanas de su avión adornado con una imagen del delantero argentino Lionel Messi en la llegada del equipo al Aeropuerto Internacional Hamad, en Doha /
Lo más visto
- Niño Becerra lanza un aviso a los que van a pedir una hipoteca: "A partir del mes de junio..."
- Los comercios del extinto Llobregat Centre de Cornellà perdonan 1,3 M de deuda a cambio de "malvender" sus locales
- El Govern convoca de urgencia a Renfe para abordar el "desastre diario en Rodalies" tras el fallo en la renovación de los títulos gratuitos
- Los Mossos buscan a los sospechosos de cometer un crimen en la Barceloneta
- ERC busca desgastar a Junts apuntando hacia la número dos de Puigdemont