En los telediarios han hablado estos días de una mujer que, tras decapitar a su marido, introdujo la cabeza en una caja que luego le pasó a una amiga. Algo así. La imagen de la cabeza sin cuerpo resultaba tan potente que no me permitió tomar nota con precisión de lo demás. Pero parece que la asesina adquirió una sierra mecánica para trocear el cuerpo y que la sierra mecánica se le atascó y que hizo búsquedas en internet para ver el modo de arreglarla. Compré en cierta ocasión una de estas sierras para podar un árbol y la devolví al día siguiente, después de comprobar su capacidad mutiladora. Veía caer las ramas del pino como si fueran brazos en vez de como pedazos de madera. Debido a mi impericia, estuve además a punto de segarme una pierna. Fue una experiencia muy traumática, de modo que "nunca más", me dije.
El trasluz | Artículo de Juan José Millás Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
El cadáver del armario
La vida es muy confusa. La cabeza del hombre guardada en una caja ha evocado en mí aquella sentencia según la cual todas las familias esconden un muerto en el armario
Una persona limpia la pared con guantes, esponja y botella de spray /
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