La espiral de la libreta | Artículo de Olga Merino Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

Hijos y madres, pero también viceversa

Al hilo de las reflexiones sobre los caminos de la maternidad (o no)

Una mujer amamanta a su hijo. 

El belga Georges Simenon, el creador del comisario Maigret, escribió en ‘Carta a mi madre’: «Mientras viviste nunca nos quisimos, bien lo sabes. Los dos fingimos. Hoy, creo que cada uno de nosotros tenía una idea inexacta del otro». De la misma forma, el escritor norteamericano Richard Ford trazó un retrato al carboncillo de su progenitora en ‘Mi madre’: «Recuerdo que mi madre fue sometida a una histerectomía y mi abuelo, Ben Shelley, le hacía bromas sobre lo buenas ‘barberas’ que habían sido las monjas del Hospital de Santo Domingo. Eso la hacía llorar». También Roland Barthes, pope de la semiótica, escribió un ‘Diario de duelo’ tras la muerte de la suya… Simenon, Ford y Barthes: tres prebostes de la cultura reflexionan sobre la relación con las mujeres que los alumbraron en tres libros considerados literatura de la buena, sin etiquetas ni menoscabos. En cambio, cuando una escritora medita sobre el vínculo inverso, automáticamente el asunto pierde trascendencia universal.

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