Hace muchos años, Jaime Gil de Biedma preguntó a su amigo Narcís Comadira cuántos poemas escribía al año. El poeta gerundense, que ahora acaba de cumplir 80, le contestó: “No sé, unos 10 o 12”. Tampoco era una cifra exacta. Comadira nunca ha tenido prisa, porque sabe que el poema exige una fijación artesanal, pero al mismo tiempo pide espacio, distancia. Es un proceso lento, de decantación, o como él mismo ha dicho, "escribir es excavar, buscar tesoros escondidos, entender la lengua como un yacimiento donde puedes encontrar una moneda de oro o un fragmento roto de cerámica". Comadira, por supuesto, devolvió la pregunta y Jaime Gil dijo: “Yo, uno, quizás dos”. Y añadió: "Ya te llegará".
Limón & Vinagre | Artículo de Josep Maria Fonalleras Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
Narcís Comadira: La poesía como un saco de arena contra el río de la Nada
Para él, los poemas son setas que, poco a poco, van a parar a un cesto que se convierte en libro, cazadas con mesura, lentamente
Narcís Comadira, este viernes. /
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