En 2014, la irrupción de Podemos y Ciudadanos supuso una amenaza para el PSOE y el PP, los viejos partidos que dominaban el sistema de partidos en España. Sin embargo, ocho años después de ese tsunami, los viejos partidos han demostrado gozar de una mala salud de hierro y de una gran resiliencia, mientras que los partidos surgidos de la ola de la nueva política afrontan, por razones distintas, un futuro incierto. Muchos de los problemas que ambos partidos están experimentando se deben a sus dificultades para institucionalizarse, un concepto que hace referencia al proceso por medio del cual las organizaciones van sustituyendo sus objetivos ideológicos iniciales por un objetivo más básico que es su propia supervivencia. El resultado de este proceso, según las enseñanzas de uno de los grandes estudiosos de los partidos políticos, el profesor Angelo Panebianco, depende básicamente de dos cosas: del modelo originario del partido y de la posición que ocupa en el sistema de partidos, es decir, si está en el gobierno o está en la oposición.
Artículo de Astrid Barrio Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos
¿Nuevos partidos, partidos fugaces?
Podemos y Ciudadanos parecen heridos de muerte tras la marcha de sus líderes fundadores
Leonard Beard /
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