APUNTE

Cultura de la transición

Xavi Hernández participa en una sesión de entrenamiento en Plzen. / EFE/EPA/MARTIN DIVISEK

Cada vez que el Barça sufre una debacle, como la última eliminación de la Champions, una voz interior me tranquiliza diciendo que estamos en una temporada de transición. En realidad, como les ocurre a muchos culés, esta voz interior es dual y está en constante debate. Digamos que a una parte solo le importa el éxito del presente, como si viera el fútbol con una lupa, y la otra bucea en la memoria para hallar argumentos, como a través de un catalejo. La idea de la transición, pues, es el único acuerdo posible: si mi voz interior mira hacia el futuro con impaciencia, también cree en la necesidad de reconectar con un pasado feliz.