Artículo de Ernest Folch Opinión Basado en interpretaciones y juicios del autor sobre hechos, datos y eventos

De eso sirve la mesa de diálogo

Catalunya vuelve a ser el detonante de la última ruptura entre Sánchez y Feijoo. Primero los indultos y ahora la sedición: quizás la mesa de diálogo, aunque lenta, sea más útil de lo que pretenden sus airados detractores

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, en la última reunión en la Moncloa, el pasado 10 de octubre. / EL PERIÓDICO

No parece ninguna casualidad que haya sido justamente la posibilidad de rebajar el delito de sedición lo que encalló, en el último momento, el pacto entre el PSOE y el PP sobre el Consejo del Poder Judicial. Como no parece fruto del azar que esta sedición sea precisamente el cordón umbilical que une esta ruptura con el conflicto catalán, el punto exacto en el que nacen y estallan todas las crisis de la política española de la última década. Que Feijóo sacara en el tiempo de descuento la sedición para romper con Sánchez puede ser un chantaje, o una coartada, o una escenificación, o quizás todo un poco al mismo tiempo, pero en cualquier caso es la muestra que la derecha que presiona a Feijóo y la extrema derecha que la condiciona siguen siendo los auténticos yonquis del 'procés', que no ha sido solo un 'modus vivendi' en Catalunya: lo ha sido también y, sobretodo, en la derecha madrileña más radical, que ha visto como se disparaban sus expectativas electorales con el "A por ellos" primero, después con el 155 y más tarde acusando a Sánchez de "ceder ante el chantaje de los golpistas", la consigna más repetida en los medios y tertulias ultras de los últimos años. De hecho, Feijóo se ha comportado en el asunto del CGPJ como un títere más de una apisonadora mediática y judicial dispuesta a llevarse por delante cualquiera que intente moderarse, como sabe muy bien el desaparecido Casado.